
Redefinir las estrategias Versión 2020
Basándome en mis conversaciones con altos ejecutivos de distintas industrias
El mundo que nos rodea cambia más rápido que nunca. La pandemia actual lo ha demostrado. La valentía, el trabajo duro y la confianza en los equipos y los líderes ayudan a las empresas a anticiparse, ser innovadoras y guiar a su gente hacia el otro lado con éxito.
Muchas organizaciones se han visto obligadas a redefinir sus estrategias para hacer que las cosas sucedan. Las empresas reexaminan ahora sus planes y se adaptan a nuevas versiones de sus anteproyectos 2020-2024 o 2020-2025, porque lo cierto es que las antiguas hojas de ruta que se elaboraron ya no son aplicables.
Afortunadamente, las empresas ya han pasado por la primera etapa de contención en los primeros seis meses de 2020. Esta etapa implicó la creación de comités de crisis para mitigar el impacto en sus pérdidas y ganancias, garantizar el bienestar de su gente para generar un sentimiento de pertenencia y orgullo a su corporación, y citar su propósito como empresa para ganar sostenibilidad al tiempo que afirman un impacto social positivo en sus comunidades.
La segunda etapa es en la que nos encontramos hoy. Se trata de la volver a la oficina etapa en la que se están renovando las políticas de continuidad de la actividad. Estamos evaluando el tipo de liderazgo necesario para acelerar una recuperación total y guiarnos hacia una transformación que nos sitúe a la par del crecimiento que habíamos constatado a principios de año.
Las empresas están cambiando sus prioridades y reimaginando los cimientos sobre los que han descansado hasta ahora sus acciones. Los pilares estratégicos y la visión siguen siendo los mismos. Sin embargo, las empresas han pasado de un ejercicio de análisis de riesgos muy táctico a un replanteamiento estratégico de sus negocios. Están reorientando sus modelos de negocio en función de sus mercados objetivo y canales de venta tradicionales, dos plataformas que están evolucionando mientras hablamos.
Este replanteamiento estratégico traerá nuevas oportunidades, sin duda. Pero, tras escuchar atentamente cada una de las inspiradoras conversaciones que hemos mantenido en las últimas semanas, preveo una comprensión muy inspirada de la necesidad de innovación complementada con un enfoque especializado en el talento adecuado que se requiere para capitalizar estas oportunidades. Porque es el líder valiente que inculca confianza en su equipo el que será capaz de pensar en el futuro y dirigir de forma innovadora y justa.
En las próximas semanas abordaré estos dos temas. Hasta entonces, ¡manténgase a salvo!
El mundo a nuestro alrededor sigue cambiando más rápido que nunca. Hasta aquí, nada nuevo excepto que esta pandemia se ha asegurado de que sean cambios que lleguen para quedarse.
La valentía, el trabajo duro y la confianza entre los equipos y sus líderes es lo que está llevando a las compañías a pensar en el futuro, a ser innovadoras y a guiar a la organización hacia una transformación exitosa.
En el camino, muchas empresas se han visto forzadas a redefinir sus estrategias para hacer que todo esto ocurra. De hecho, las compañías han tenido que hacer un ejercicio profundo de adaptación de sus planes 20-24 ó 20-25 porque evidentemente, aquella hoja de ruta que estaba definida ya no es aplicable en el corto plazo.
Afortunadamente, las compañías han pasado por una primera etapa de contención durante estos primeros meses, donde muchos de sus líderes han desarrollado su mejor versión, creando Comités de Crisis para frenar el impacto en la cuenta de resultados, cuidando a las personas y logrando generar sentimiento de pertenencia y orgullo hacia sus corporaciones así como también haciendo valer su propósito como compañía para ganar en sostenibilidad e impacto social positivo.
Hoy la segunda etapa ya está casi terminada, con las políticas de vuelta a la oficina y el diseño de reactivación de los negocios definido. Incluso estamos empezando a pensar en cómo será ese liderazgo que nos permita acelerar la recuperación y nos guíe hacia una transformación que nos coloque en crecimientos similares a los que teníamos en Febrero de este año.
Los pilares estratégicos y la visión pueden que sean los mismos, pero indudablemente han cambiado las prioridades y los pesos en los que descansaban las acciones en el corto plazo. Las compañías han pasado de un ejercicio de análisis de riesgos muy táctico a un replanteamiento estratégico de sus negocios que abarca el análisis de sus mercados objetivo y tradicionales, de sus canales de venta y en definitiva de sus modelos de negocio, los cuales incluso están cambiando en este momento.
Por supuesto que esto traerá oportunidades, pero tras escuchar con detalle cada una de las inspiradoras conversaciones que hemos tenido en los últimos días con diversos ejecutivos/as, entendemos la necesidad de tener un alto grado de innovación, así como un especial y rotundo foco en el talento para alcanzar dichas oportunidades.
Seguiremos hablando de estos temas en las próximas semanas. Hasta entonces, ¡cuídate mucho!